sábado, 1 de febrero de 2014

COBRAR POR ESTAR

Recientemente ha sido motivo de polémica la actuación del portavoz del Equipo de Gobierno de la Diputación de Almería en el Pleno que resolvía las alegaciones del Grupo Socialista a los presupuestos para 2014. A este señor, Javier Aureliano García, no se le ocurrió otra cosa que "sugerir" que los socialistas presentaban alegaciones para provocar la convocatoria de un nuevo Pleno y así cobrar la asignación establecida en la Corporación Provincial por asistencia a sesiones -nada menos que 368 euros-.
 
Debe entenderse que, cuando un concejal o diputado provincial percibe una asignación económica por asistencia a una sesión plenaria, no está cobrando por el mero hecho de sentarse a pasar un rato en el Salón de Plenos. La participación responsable en una sesión de este tipo conlleva un ingente trabajo previo de acopio y estudio de documentación. Este trabajo supone una importante inversión de tiempo en la recogida, selección y revisión de esta documentación, que se hace mucho más difícil cuando se está en la oposición, ya que hay que compaginar este esfuerzo con el desempeño de la actividad profesional de cada uno. Por tanto, hay que ser prudentes a la hora de valorar la adecuación de las retribuciones a la dedicación que exige la asistencia a la sesión, aunque parece evidente que la cuantía asignada por asistencia a los diputados provinciales es excesiva -por comparar, un concejal "raso" de la Corporación Municipal de Berja cobra 57 euros por esa misma asistencia-.

Pero en este caso, como casi siempre, lo que llama la atención es el inmenso cinismo político con el que el Partido Popular trata estos temas. Resulta difícil de aceptar que se acuse a los diputados socialistas -que han dedicado su tiempo y esfuerzo a la presentación de alegaciones al presupuesto- de provocar un Pleno para cobrar cuando la actuación de este partido en otras instituciones deja muy claro que, si algo les mueve en la participación política, es obtener las mayores retribuciones posibles -de la propia institución, de su partido, o de ambos-.

Veamos un ejemplo práctico: el Ayuntamiento de Berja. El Partido Popular tiene 11 concejales en esta corporación. De ellos, seis -incluido el Alcalde- tienen dedicación exclusiva o parcial, es decir, cobran una nómina por su trabajo municipal. Otros cuatro forman parte de la Junta de Gobierno Local -son Tenientes de Alcalde-, aunque no tienen dedicación al Ayuntamiento. Esto es, se dedican a sus respectivas actividades profesionales y su participación en la gestión municipal consiste en la asistencia a las sesiones de la propia Junta de Gobierno Local, de las Comisiones Informativas -forman parte de todas ellas, uno de ellos como presidente-, y del Pleno. Hay que hacer notar que, según la organización del Equipo de Gobierno decidida por el Alcalde en 2011, estos concejales y concejalas perciben cuantías de 119 € -o de 85,50 € en el caso del presidente de las comisiones informativas- por la asistencia a sesiones, independientemente de que asistan a ellas en calidad de Tenientes de Alcalde o no.

El resultado de esta generosa distribución de tareas de gobierno es que, los cuatro concejales y concejalas miembros de la Junta de Gobierno sin dedicación perciben mensualmente cantidades de alrededor de 500 euros, que a menudo se ven incrementadas según las convocatorias que se realicen a lo largo del mes. Así, por ejemplo, en diciembre de 2013, sus retribuciones fueron de entre 500 y 700 euros mensuales, aproximadamente, como puede verse en el documento que se adjunta con este texto. 
Si hacemos recuento de todo lo dicho, resulta que, de los 11 concejales del PP, seis tienen dedicación exclusiva o parcial y cuatro perciben generosas retribuciones por asistir a cinco o seis sesiones al mes. ¿Y qué pasa con el undécimo? No es que lo hayan castigado sin cobrar, sino que lo nombraron diputado provincial y forma parte del Equipo de Gobierno de Gabriel Amat. Y de allí cobra sus mayores retribuciones.

El Grupo Socialista ha pedido en reiteradas ocasiones que se ponga fin a esta situación. No nos parece de recibo que por asistir a unas pocas sesiones al mes haya personas que perciban una cantidad que excede lo que mucha gente gana por un trabajo a jornada completa.

Los argumentos del Alcalde para negarse a reorganizar su grupo político es que éste es un asunto de su exclusiva competencia, en el que la oposición no tiene nada que decir. Tiene razón. La competencia para nombrar y organizar su Equipo de Gobierno es exclusivamente suya. Como también es exclusivamente suya la responsabilidad por mantener esta situación que resulta inaceptable.

Actualización a las 13:29 h del 1 de febrero de 2014:
Fe de erratas (ajenas): el documento expuesto hace referencia, por error, a las retribuciones por asistencias de los concejales en diciembre de 2013. En realidad corresponde a diciembre de 2012, como puede verse por la fecha en que está firmado.