La imagen que acompaña este texto es de ahora mismo, mientras me pongo a escribir. Podría ser de ayer, de hace una semana, de hace un mes o de hace un año. Esta es la realidad habitual de la atención primaria que el Servicio Andaluz de Salud nos presta en Berja, la del mensaje "en este momento no podemos gestionar su cita". Una realidad frustrante que se mantiene desde hace ya demasiado tiempo.
Tenemos que ser honestos: la sanidad pública andaluza siempre ha sido mejorable. Pero la situación de desidia en la que se encuentra actualmente resulta intolerable. El gobierno andaluz nos vende año tras año que el presupuesto de la Consejería de Salud y Consumo aumenta. Lo que no nos dicen es en qué se traduce ese aumento presupuestario: en el llenado de los bolsillos de las empresas de sanidad privada. La atención primaria se ha convertido en un cuello de botella para el acceso al sistema, simbolizado en la pantalla de ClicSalud del pruebe suerte en otro momento o la de la ventanilla física donde el personal administrativo, con cara de circunstancias, nos invita a madrugar más la próxima vez o a entrar a ClicSalud entre las 5 y las 6 de la madrugada -a pesar de la vergüenza ajena que producen, esos consejos se dan-, que es más probable obtener una cita. Si no fuera por el drama que esto supone para los usuarios con dolencias graves y crónicas, daría risa.
En esa pantalla o esa ventanilla empieza el calvario del usuario necesitado de atención médica. Pero si la dolencia es de importancia, el siguiente capítulo es la demora en la atención por el médico especialista o, después, la lista de espera quirúrgica.
Si no fuera tan serio, sería un chiste. Aunque para nuestra consejera parece que, efectivamente, lo es. Así ha despachado el gravísimo asunto de la desatención de una gran cantidad -todavía por conocer con exactitud- de mujeres a la espera de los resultados de sus mamografías. Lo que empezó siento unos pocos casos ya alcanza los 2000, aunque una asociación de afectadas -AMAMA- cree que la cifra podría quedarse corta, lamentablemente.
