INICIO DE CURSO

Empezamos un nuevo curso, en lo académico y en lo político, y ya es hora de retomar la actividad bloggera. Lamento empezar hoy a hacerlo con una historia bastante personal, aunque incumbe a una institución como el Ayuntamiento de Berja. Os cuento la historia.

Mi pareja y yo compramos una vivienda en Berja el 3 de mayo de 2007. Antes de irnos a vivir a esta casa, pensamos hacer una pequeña reforma interior y colocar dos rejas exteriores en sendas ventanas. La reforma interior consistía en en cambiar azulejos en la cocina y colocar una chimenea prefabricada en el salón. Ya sé que no es común que la gente pida una licencia de obra para cosas así, más aun cuando la obra se hace de puertas adentro. Sin embargo, por ese afán cívico que a veces nos traiciona, la pedimos.

Con fecha 23 de mayo de 2007, solicité personalmente licencia de obra menor en el Ayuntamiento de Berja para "cambio de azulejos en cocina-comedor (17 m2), colocación de rejas exteriores (2), y colocación de chimenea prefabricada en comedor". El presupuesto estimado para la obra, una vez consultado al albañil, era de 1504 euros. A este importe se le aplica un impuesto de obras del 2,8% y una tasa del 0,94%, lo que supone un total de 56,25 euros que pagué ese mismo día en la sucursal nº 9 de Cajamar, situada enfrente del Ayuntamiento.

A finales de junio de 2007 -no preciso la fecha porque no está clara: el registro de salida del Ayuntamiento es del 18 de junio, el matasellos de la oficina de correos de Berja es del 25 y en el sobre aparece como fecha de "acto notificador" el 22 de junio- recibo contestación del Ayuntamiento de Berja concediendo la licencia, pero rectificando el presupuesto de las obras, fijando éste en 7250 euros. Como consecuencia, aplicando los gravámenes anteriormente citados, me corresponde abonar las cantidades de 160,89 euros y 54,01 euros en concepto de impuesto de obras y tasa de obras, respectivamente. En total, 214,90 euros, que se añaden a los 56,25 ya pagados. En la resolución municipal se me otorga el plazo de un mes -desde su notificación- para interponer recurso de reposición ante el Concejal de Urbanismo en caso de disconformidad con la liquidación. Pareciéndome ciertamente excesiva la tasación realizada, presento dicho recurso en el registro de entrada del Ayuntamiento el día 13 de julio de 2007, solicitando la revisión de la valoración de la obra, y admitiendo que, si bien el coste de la misma podría superar lo previsto, éste no excederá de ninguna manera de los 3000 euros. Afirmo esto en el recurso teniendo en cuenta que he ido comprando el material necesario y su precio total ronda los 1000 euros, a lo que habría que añadir la mano de obra de un albañil y un peón durante 4 días a lo sumo.

La obra se hace en el mes de julio de 2007 y nunca más se volvió a saber nada del recurso de reposición presentado. Hasta el día 18 de marzo de 2009, casi dos años después, cuando llega una notificación de la Diputación de Almería -gestiona el servicio de recaudación en Berja- consistente en una providencia de apremio para el pago del impuesto y la tasa anteriormente citados, añadiendo a lo estipulado por el Ayuntamiento un 16,09% y un 5,40% de recargo, respectivamente, resultando las cantidades de 176,98 y 59,41 euros -un total de 236,39. Se avisa en la notificación de que, de no hacer el ingreso de estas cantidades en los plazos marcados por la ley, se procederá al embargo de mis bienes o garantías existentes.

Acudo al área de Urbanismo del Ayuntamiento de Berja a que los técnicos me aclaren por qué se desestimó mi recurso y, sobre todo, por qué no se me avisó de ello, dando lugar al incumplimiento por mi parte del pago en período voluntario de la deuda. Una vez explicada la situación, el técnico de urbanismo que me atiende -después de decirme que las valoraciones se hacen un poco "al bulto", según unas tablas- no encuentra el escrito de mi recurso y me pide mi copia de acuse de recibo, comprobando que se ha hecho en tiempo y forma. Aclarado esto, me explica que en estos casos un técnico visita la vivienda y hace una valoración in situ de lo que se ha hecho en la obra, rectificando, si procede, el presupuesto previsto. Le contesto que nadie ha ido a mi casa para verificar la obra. Localiza mi expediente y, al parecer, el técnico que informó sobre el recurso lo desestimó en su día y afirma que sí se produjo la visita porque hay una foto de la vivienda en el expediente. Le pido que me la muestre y resulta que hay una foto ¿¡del exterior!? de la casa, a pesar de que la licencia se solicitó para obras en el interior. No sólo eso, sino que, pese a que estaba previsto colocar dos rejas en sendas ventanas, no llegaron a ponerse -de hecho guardo ambas rejas en la terraza de la casa-. Así que el "técnico" desestima el recurso sobre obras en el interior basándose en una foto del exterior y, además, nadie me comunica nada y yo incurro en demora en el pago de la deuda sin saberlo.

Una vez detectado el error, el técnico que me atiende me dice que no me preocupe, que irá de nuevo un "técnico" a la vivienda para valorar la obra sobre el terreno y se rectificará el cálculo de los gravámenes correspondientes si es el caso. En eso quedamos y, pasados algunos días, alguien del Ayuntamiento pasa por la casa a ver qué se hizo realmente en la obra, por fin. Cuando comprueba que, efectivamente, la valoración que se ha hecho es exagerada, dice que no me preocupe, que ya se encarga él de que se rectifique el expediente y que nos podemos olvidar del asunto.

Hasta hoy, 10 de setiembre de 2009. Ha llegado una carta de una entidad bancaria en la que tengo cuentas abiertas, avisándome del embargo de los saldos por parte de la Diputación de Almería para responder de una deuda de 270,80 euros. Y todo ello sin haber recibido notificación alguna de que se iba a producir dicho embargo.

Así que me he pasado toda la tarde embargado por la emoción y maldiciendo tamaña desidia administrativa. Mañana, a primera hora, estoy dispuesto a entrar al Ayuntamiento de Berja y no salir de allí hasta que el "técnico" que corresponda o, llegado el caso, el (ir)responsable político de turno me resuelva el asunto. Ya os contaré.