sábado, 25 de diciembre de 2010

NAVIDAD

Desde niño tuve costumbre de asistir a la Misa del Gallo, en Nochebuena. A pesar de no sentirme cercano a la Iglesia Católica, desde que no lo hago lo echo de menos. Por el ambiente que se vivía en esta celebración, siempre me pareció una reivindicación de la bondad y la esperanza en un futuro mejor que habita en todos los seres humanos. Por añadidura, una reivindicación también del dios verdadero: el del amor, el que nunca castiga, el que resucita a los muertos, el que se mezcla con niños y marginados, el de la humildad, el que llora y sufre por sus amigos, el que vino a nacer en un pesebre predicando la igualdad entre los hombres. Todo eso me viene a la memoria al recordar la lectura propia de la misa de Nochebuena:

"En aquel tiempo, salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada". (Evangelio de Lucas).

"¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero,
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!"
          Antonio Machado

Felices fiestas de Navidad y buena entrada de año a todos y a todas.

1 comentario:

  1. Mientras esperamos a los comensales para la gran cena, Fran y yo nos hemos acordado de vosotros, hemos leido tu entrada en el blog y nos ha encantado. Os deseamos que paseis un muy feliz entrada al año nuevo con todos los vuestros, y como dijo John Lennon:
    "recordad que la vida es todo aquello que ocurre mientras nos empeñamos en hacer otros planes".
    Un gran abrazo

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