jueves, 17 de noviembre de 2011

CARTA A UN AMIGO

Querido amigo:

Lo primero que quiero hacer es pedirte disculpas si mis respuestas a tus críticas sobre mi partido, el PSOE, o el gobierno se han salido de tono en algún momento. Espero que entiendas que la vehemencia de mis argumentos nace de la confianza que tenemos y de mis convicciones; no defendería con ese ardor algo en lo que no creyese. Como contrapartida, en ocasiones yo también he sentido el reproche por lo que tú consideras que es, en cierto modo, una justificación de lo injustificable en mi defensa del Partido Socialista.

Los proyectos colectivos son tan antiguos como el hombre. Desde siempre, nos hemos agrupado con nuestros semejantes para defender causas en las que creemos. Sin embargo, en cualquier grupo que se componga de más de un individuo, la discrepancia es, a la vez, sana e inevitable. Por poner un ejemplo, cualquiera que comparta su vida con una pareja, sabe que hay ocasiones en las que damos la cara por decisiones comunes con las que, en todo o en parte, no estamos de acuerdo. Y lo hacemos por el compromiso de vida en común que tenemos, de apoyo mutuo. Si en un colectivo de dos personas lo hacemos, ¿cómo no vamos a hacerlo en uno tan grande como el Partido Socialista, donde somos miles? No se trata de comulgar con ruedas de molino, sino de asumir que los miembros de los colectivos también estamos para dar la cara cuando las cosas van mal. Por lealtad y sentido del compromiso. Porque, como en la pareja, merece la pena, a pesar de las diferencias.

Uno de los argumentos contra el PSOE de la gente progresista como tú es que, a la hora de la verdad, somos iguales que el PP. Siento llevarte otra vez la contraria, pero pienso que no es verdad y creo que, en el fondo, tú lo sabes. En la campaña electoral que acaba mañana hemos visto claramente la confrontación de dos maneras distintas de entender la política y de afrontar la crisis. Te expongo algunos ejemplos:
  • El PSOE mantendrá todas las leyes de protección social y derechos civiles aprobadas estos años, mientras el PP deja caer -con su habitual ambigüedad- que las derogará.
  • Rubalcaba propone una mayor presión fiscal -a las grandes rentas y la banca- para mantener el Estado de Bienestar a salvo de los recortes presupuestarios. El PP habla de bajadas de impuestos, pero el único que ha propuesto bajar es el Impuesto de Sociedades, el que pagan las grandes empresas -que ya es, en la práctica, más bajo que el tipo medio del IRPF, que pagan los trabajadores-.
  • El PP propone la creación de un "banco malo" que asuma toda la morralla inmobiliaria de las entidades financieras, socializando las pérdidas para que las paguemos entre todos. Rubalcaba propone un nuevo impuesto a la banca para crear empleo juvenil.
  • Rubalcaba intentará promover en la UE una prórroga en los plazos para cumplir con el objetivo de déficit del 3%, para que la austeridad no ahogue al crecimiento económico. Rajoy está por lo contrario, insensible a la realidad actual, que está demostrando que los ajustes duros solo estan trayendo más desempleo y, a la postre, más déficit.
Solo hay una propuesta del programa del PP que se ha repetido machaconamente desde el comienzo de la campaña: "crear empleo". Este es el único "compromiso" adoptado por Rajoy. Me recuerda aquella cita bíblica de "un mandamiento nuevo os doy", pues este "compromiso" resume todo el programa electoral. Si hay empleo, no hacen falta becas ni ayudas sociales, pues la gente tendrá dinero. No harán falta las prestaciones por desempleo, obviamente, y el Estado se ahorrará un montón de dinero para reducir el déficit. Las pensiones subirán, porque habrá más cotizantes que garanticen los fondos necesarios.  La educación será mejor, porque todo el mundo podrá elegir entre pública y privada. Otro tanto para la sanidad y las ayudas a la dependencia. Generando empleo, por tanto, todo será felicidad y bienestar. ¿Cómo se genera empleo? Rajoy lo dice: "generando confianza". ¿Cómo se genera confianza? Rajoy lo dice: "con austeridad". ¿Cómo es posible esa austeridad sin poner en peligro el Estado del Bienestar? Rajoy lo dice: "creando empleo". Como ves, el círculo se cierra sin una sola propuesta concreta. Y lo que es peor, con propuestas inquietantes sobre las coberturas sociales al desempleo, necesarias hasta que se generen esos puestos de trabajo que prometen.

Nadie merece llegar al Gobierno de España envuelto en esta sarta de medias verdades, vaguedades y mentiras. La actuación del PP en las comunidades autónomas que gobierna es una muestra fiel de cuáles son sus verdaderas intenciones. Y no nos van a sacar de la crisis ni antes, ni mejor de lo que lo hará Rubalcaba. Al  contrario, sus propuestas van encaminadas a favorecer que salgan fortalecidos de la crisis precisamente aquellos que la provocaron con su avaricia y su especulación, mientras pagan la factura los trabajadores -más aun de lo que lo han hecho ya-.

Por todo ello, querido amigo, me permito pedirte el voto para el Partido Socialista en las Elecciones Generales del 20 de noviembre.

Un abrazo.



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