domingo, 10 de mayo de 2009

LA CONCIENCIA SOCIAL DE LA DERECHA

Resulta que ahora la derecha política y mediática de España sufre por los trabajadores, que andan quedándose sin empleo por miles con esto de la crisis. Aunque no deja de ser llamativa la respuesta que se plantea a esta situación: menos gasto público, "reformas estructurales" -que es como esta gente llama a restringir derechos a los trabajadores, principalmente abaratando los despidos-, bajada de impuestos y el fin de lo que ellos llaman "cultura del subsidio". De nuevo todo un acto de fe en el credo liberal, el mismo que nos ha llevado a esta situación.

Con excepciones significativas procedentes de la "derecha sin complejos" -léase Esperanza Aguirre, Aznar y afines- la derecha oficial del PP sigue sin dar la cara y concretar a qué se refiere con ese rosario de eufemismos. Cuando hablan de recortar el gasto público, no especifican de dónde; no se atreven a plantear esas reformas tan importantes en las estructuras productivas que piden todos los días; no dejan claro qué impuestos habría que subir para compensar la pérdida de ingresos por la reducción del IRPF y el Impuesto de Sociedades; y por supuesto, no hablan de qué van a hacer para cubrir las necesidades de los parados -esos que cobran los malditos subsidios- en tanto en cuanto dan resultado sus recetas milagrosas.

En estos días andan tratando de soliviantar los ánimos de los sindicatos. Es incomprensible, según ellos, que éstos no se hayan movilizado contra el gobierno en vista de la situación. Y hete aquí que hemos encontrado la causa de esta pasividad de las organizaciones sindicales: se financian abundantemente del Estado, con lo cuál, no muerden la mano que les da de comer, son estómagos agradecidos, son una panda de vagos que sólo quieren vivir del cuento, "dame pan y dime tonto", ... elija cada cuál la frase hecha del acervo cultural español que mejor se le acomode.

Por este razonamiento podríamos atacar la pasividad y connivencia con el poder de otras organizaciones financiadas ampliamente de los Presupuestos Generales del Estado. Empecemos por una que los señores y señoras de la derecha conocen bien: la Santa Madre Iglesia. Es obvio que esta organización se ha plegado a los deseos e intereses del gobierno. ¿Cómo se explica, si no, que no hayan alzado su voz contra la legalización del matrimonio homosexual? Más aun, éste sí que habría sido motivo para salir a la calle de forma masiva. ¿Qué ha hecho la Iglesia para oponerse a Educación para la Ciudadanía sino mirar para otro lado? Y peor aun, ¿cómo no indignarse ante su falta de beligerancia para con la pretendida reforma de la Ley del Aborto? Si es que está claro, esta es una institución vendida a ZP por un plato de lentejas. Sólo nos queda ver a Rouco Varela haciendo el signo de la ceja en la campaña de las Elecciones Europeas -hay quien dice que anda ensayando-.

Hablando en serio, decir que los sindicatos contemporizan con el poder porque se sostienen con fondos públicos es tan lógico como afirmar lo mismo de la Iglesia Católica o, incluso, de los mismísimos partidos políticos. No olvidemos que éstos también se financian vía presupuestos. ¿Alguien piensa que el PP dejará de hacer oposición porque reciba fondos del Estado?

Lo que ocurre es que, desgraciadamente, a la derecha -política, mediática y económica- de este país se le hace la boca agua de pensar en la situación de auténtica alarma social a la que se está llegando. Los planteamientos expuestos vienen de personajes que jamás pasarán por las colas del INEM, que no necesitarán el sistema público de pensiones en su vejez, cuyos hijos y nietos no dependerán de la educación pública para tener una buena formación y, mucho menos, tendrán problema alguno para encontrar un empleo. Nada les gustaría más que conseguir que los trabajadores de verdad, los que llegan justos a final de mes y temen por su continuidad en la empresa, se volviesen con saña contra el gobierno.

Lamentablemente para esta derecha, esta situación no ha llegado. ¿Será porque, como dicen, los sindicatos están "comprados" por el gobierno? Mal se entiende tal cosa. ¿O no estaban comprados cuando organizaron tres huelgas generales a los gobiernos de Felipe González? ¿Tampoco cuando organizaron aquella en tiempos de Aznar?

Seamos serios. Los sindicatos no han alentado una movilización masiva de los trabajadores contra el gobierno, precisamente porque ven en el gobierno el único dique de contención contra el rosario de iniciativas desreguladoras que se proponen todos los días, empezando por las del PP y acabando por las del mismísimo Banco de España. Ésta es la única razón de que no se hayan convocado movilizaciones y no las que se apuntan de manera torticera en ciertos círculos de opinión, mal que les pese.

No hay comentarios:

Publicar un comentario